Patentes y Marcas

El registro de marcas y patentes es una obligación y responsabilidad para cualquier persona o empresa que tenga cualquier actividad con fines de lucro.

las marcas y patentes son necesarias para el control de una empresa o productos que se toman al vender.

Al registrar una marca ante el IMPI, garantizamos que no estemos violando los derechos de cualquier tercero, evitando de esta manera un problema legal muy costoso, que incluso podría hacer que nuestro negocio deje de operar o una multa por derechos comerciales.

Al presentar una solicitud de registro de marca y si esta no contiene errores, el IMPI bloquea cualquier otro intento de registro de una marca igual o de una fonética idéntica. De esta manera ofrece una protección desde el primer minuto. Si la solicitud no está bien realizada, es decir si contiene errores formales o en la clase elegida, será rechazada. Esto ocasiona un aumento de los costos y una dilatación en el tiempo. De ahí la importancia de asesorarse con profesionales especializados en el registro de marca y no cometer errores.

Por otra parte, ya teniendo un título de registro de marca, tenemos la protección de que cualquier tercero pueda usar la marca sin nuestro permiso o incluso proceder a registrarla ante el IMPI sin nuestro permiso.

registro marca impi

Marcas y Patentes

Con el tema de las patentes funciona de manera parecida, con una vigencia del registro y protección  de veinte años. Así , el propietario se asegura que nadie pueda utilizar su invención sin permiso. Por supuesto, el dueño de la marca o patente puede solicitar un pago de regalías por su uso.

Una marca debe registrarse porque es un signo con capacidad distintiva que permite diferenciar los productos o servicios de las de los demás.

El único camino para obtener el derecho exclusivo sobre una marca es registrarla. Este proceso sólo se realiza en  el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial IMPI.

El IMPI es el organismo gubernamental encargado de regular los títulos de marcas y patentes. Asímismo, protege los registros de los titulares ante el uso no autorizado.

Antes de empezar con el registro de marca, conoce los diferentes tipos de registros para que uses el que mejor se adapte a tus necesidades.

Patente

Son los derechos que posee un inventor sobre sus inventos durante un tiempo determinado. Cualquier persona, ya sea física o jurídica, puede poseer una patente, Una patente es un derecho exclusivo que concede el Estado para la protección de una invención, la que proporciona derechos exclusivos que permitirán utilizar y explotar su invención e impedir que terceros la utilicen sin su consentimiento. Si opta por no explotar la patente, puede venderla o ceder los derechos a otra empresa para que la comercialice bajo licencia.

El uso de ese invento sólo puede ser llevado a cabo por el poseedor de la patente y si terceros desean utilizarlo, deberá ser con previo consentimiento y bajo determinadas obligaciones.

Una vez transcurrido el tiempo de la patente, ésta se hace pública y cualquier persona puede hacer uso de ella sin consentimiento previo. Una patente también puede ser cedida entre personas.

Una patente es un derecho exclusivo que concede el Estado para la protección de una invención, la que proporciona derechos exclusivos que permitirán utilizar y explotar su invención e impedir que terceros la utilicen sin su consentimiento. Si opta por no explotar la patente, puede venderla o ceder los derechos a otra empresa para que la comercialice bajo licencia.

Las patentes, también conocidas con el nombre de patentes de invención, son el medio más generalizado que existe para proteger los derechos de los inventores.

Por patente se entiende el derecho exclusivo que concede el Estado para la protección de una invención. La patente da a su titular el derecho exclusivo a impedir que terceras personas exploten comercialmente la invención protegida durante un período limitado de tiempo, a cambio de revelar la invención al público. Por consiguiente, el propietario de la patente (su titular) puede impedir que otros fabriquen, utilicen, ofrezcan a la venta, vendan o importen la invención patentada sin permiso, y pueden demandar a quien explote la invención patentada sin su permiso.

Es decir, la patente consiste en el derecho otorgado a un inventor por un Estado y que permite que el inventor impida que terceros exploten por medios comerciales su invención durante un plazo limitado, que suele ser de 20 años.

La teoría en que se basa el sistema es que los beneficios financieros derivados de la explotación de la patente y la revelación de las invenciones resultantes para su difusión y utilización públicas, promoverán la innovación y elevarán el nivel técnico de la industria de un país, con beneficios evidentes para su comercio.

En efecto, al otorgar un derecho exclusivo, la patente viene a ser un incentivo en la medida en que ofrece al inventor reconocimiento por su actividad creativa y retribución material por su invención comercial. Esos incentivos fomentan, a su vez, la innovación, lo que además contribuye a mejorar la calidad de la vida humana. En contrapartida a la obtención de derechos exclusivos, el inventor tiene la obligación de divulgar al público la invención patentada, de modo que terceros puedan beneficiarse de los nuevos conocimientos y contribuir así al desarrollo tecnológico.

De ahí que la divulgación de la invención constituya un criterio esencial en los procedimientos de concesión de patentes. Todo ha sido pensado en el sistema de patentes de modo que se tengan en cuenta en pie de igualdad los intereses de los inventores y los intereses del público en general.

Es equivocado creer que las patentes se aplican únicamente a procesos y productos físicos y químicos complejos, o que sólo son útiles para grandes empresas. En general puede conseguirse patentes para cualquier dominio de la tecnología, desde clips sujetapapeles hasta productos farmacéuticos complejos. Existen miles de patentes para productos de uso diario como filtros, botellas de cristal, telas o bicicletas.

Este derecho excluyente en que consiste la patente se concede por un período limitado de tiempo, 20 años desde la fecha de presentación de la solicitud, siempre que su titular pague las tasas anuales de mantenimiento, y es válido únicamente en el país donde se ha pedido la protección (principio de territorialidad).

En el término “patente” también está implícito el documento emitido por la correspondiente autoridad gubernamental en esa esfera.